EL CONSENTIMIENTO

París, 1985. Vanessa tiene trece años cuando conoce a Gabriel Matzneff, un conocido de su madre y un hombre muy inteligente y manipulador. El reconocido escritor, de cincuenta años, seduce a la joven y la manipula emocionalmente. La ingenua adolescente, sin saber realmente donde se está metiendo y sin saber cómo decir que no, se convierte en la amante y musa de un hombre respetado por el mundo cultural y político.

Jean-Paul Rouve y Kim Higelin.
 

El 2 de enero de 2020 la escritora y editora francesa Vanessa Springora publicó el libro “El Consentimiento” en el que denuncia una relación de tres años con el escritor Gabriel Matzneff, quien inició relaciones sexuales con ella cuando tenía 13 años y él 49. La publicación del libro dio a conocer al público en general las depravadas acciones de Matzneff, aunque en realidad en los años 80 los círculos culturales, políticos, policiales y judiciales franceses toleraban incomprensiblemente la actitud del escritor aún sabiendo de sus abusos a menores. Sabían que era un pederasta, pero no hacían nada al respecto. En 2020, a partir de la publicación de este libro, la justicia francesa actuó contra el ya octogenario escritor y se retiraron de la venta algunas de sus obras.

El escritor era todo un depredador sexual: seleccionaba a sus víctimas, no las elegía al azar. Buscaba chicas jóvenes con ausencia paterna y carencias afectivas, las manipulaba para satisfacer su placer y de paso tener con que rellenar sus libros. Él mismo contaba sin pudor en sus libros como viajaba a Filipinas para abusar de niños. Realmente, sorprende más la inacción y tolerancia de las autoridades, sociedad e intelectualidad francesas que la propia pedofilia del infame escritor. Su gusto por las niñas era conocido y la sociedad le ‘reía la gracia’.

La cineasta francesa Vanessa Filho decidió adaptar al cine sólo tres años después las memorias de Vanessa, indefensa víctima del infame pedófilo Matzneff, situando la cámara en la perspectiva de la chica adolescente y sometida al depredador sexual. La directora plantea la vulnerabilidad de las víctimas de abusos sexuales y la impunidad con la que suelen actuar sus agresores. Una clara disección sobre cómo una relación totalmente tóxica con un hombre mucho más mayor puede desgarrar la vida de una adolescente.

Lo mejor de la película es la elección de la joven y desconocida Kim Higelin como la inocente Vanessa, quien, con su cándido rostro, retrata bien la indefensión de su personaje. Lo peor quizás es la poco definida la actitud de la madre (interpretada por Laetitia Casta), quien se muestra sorprendida al conocer la relación de su hija, protesta un poco, pero después parece ‘aceptarla’ como asumiendo que ahora la conocida e ‘ilustre’ pedofilia del depravado escritor ha caído sobre su hija. El pedófilo escritor se muestra como lo que es: un monstruo depredador sin moral, ni ética, ni vergüenza, ni escrúpulos: un personaje totalmente vomitivo.
 
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También quiero hacer mención al deceso (15 de enero) del cineasta David Lynch, cuya película "Mulholland Drive" da nombre a este blog. Dejo el enlace al estupendo reportaje que le hicieron en el programa "Días de Cine":
 

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