JUSTICIA PARA SOHEE

Sohee (Kim Si-Eun) es una joven y buena estudiante que entra a trabajar de teleoperadora en unas prácticas obligatorias del plan de estudios surcoreano. Su trabajo consiste en disuadir a los clientes que llaman para darse de baja en la operadora de internet y su sueldo depende de las disuasiones que consiga. Pero las degradantes condiciones de trabajo, los objetivos inalcanzables, una constante presión asfixiante y una supervisora despótica acaban generando en Sohee un insoportable estrés que la llevará a un callejón sin salida.

El paupérrimo y precario trabajo de teleoperador, tanto por condiciones de trabajo como por salario.

 

Desde el país asiático nos llega esta enorme película de obligado visionado que denuncia contundentemente la cultura de la explotación laboral. La directora July Jung nos presenta este delicado tema basándose en el caso de un suicidio real, pues Corea del Sur tiene una de las tasas de suicidio de población joven más elevadas del mundo. El film es, por tanto, un retrato de esta injusta e implacable cultura del abuso laboral, totalmente ausente de empatía por parte de las instituciones. Unos jóvenes e ingenuos estudiantes atrapados y acorralados en las garras de la corrupción de un sistema que valora más los beneficios económicos que la salud de sus trabajadores dentro de una enfermiza competitividad.

La película se divide en dos partes claramente diferenciadas. La primera se centra en el proceso de declive que va viviendo Sohee, haciendo hincapié en la desalmada dinámica de la empresa para que podamos comprender el deterioro mental de la chica y su decisión final. La segunda parte del film tiene tono de thriller protagonizado por la agente de policía Yoo Jin (Bae Doona), que investiga las muertes sucedidas en la empresa. Su investigación la llevará a descubrir un perverso sistema en el que tanto las instituciones educativas como las empresas establecen unas relaciones económicas en las que las víctimas son los becarios, auténticos esclavos con contrato.

Imposible no empatizar en esta película con Sohee.

 

Gran interpretación de la protagonista Kim Si-Eun que, con esa mirada y carita de cordero degollado, nos llega su angustia hasta el fondo del corazón y nos dibuja con destreza el proceso depresivo por el que puede llegar a pasar una persona, desde emocional hasta físicamente. Por otro lado, la agente de policía se muestra también hastiada por el sistema, hastío que se torna en indignación e ira cuando va descubriendo las causas de la muerte de Sohee y acabamos viendo a toda una heroína que irá hasta el final en su denuncia de la injusticia.
 
Bae Doona, actriz más curtida en el cine surcoreano, como la detective Yoo Jin.
 
 
 
Y UN AÑO MÁS:
 
FELIZ NAVIDAD 
FELIZ AÑO 2025

Comentarios

Mamen ha dicho que…
Interesante film. En breve la veré.
Desearte unas felices fiestas Navideñas. Que el 2025 te traiga muchas cosas buenas.
Un abrazo!