Margot es una universitaria de 20 años que trabaja en un cine y allí conoce a Robert, un espectador habitual y vecino de 34 años. Empiezan con un flirteo cuando se ven en el mostrador, continúan mensajeándose por teléfono y acaban saliendo juntos. Sin embargo, Margot tiene una gran imaginación y paranoia y sus inquietudes y dudas se convierten en ensoñaciones en las que Robert hace realidad su potencial más amenazador. Esta apabullante imaginación de Margot, junto con la mala aceptación del rechazo de Robert, pondrán a la pareja en jaque.
Interesante ‘thriller romántico’ que nos plantea una historia de amor alejada de tópicos, nos invita a reflexionar acerca de las dinámicas de género y pone sobre la mesa las “red flags”, un nuevo término, muy de moda últimamente, que se refiere a señales de advertencia de un escenario peligroso. La película se centra en cómo una relación puede fracasar simplemente por las paranoias y la mala comunicación. Una historia perturbadora que por momentos toma clichés del género de terror.
La cinta comienza con una inquietante frase de la escritora Margaret Atwood: “Los hombres tienen miedo de que las mujeres se rían de ellos, mientras que las mujeres tienen miedo de que los hombres las maten”. Una contundente frase que deja palpable las diferencias de miedos e inseguridades para ambos sexos y que se muestran en este thriller tan provocativo e incómodo como lleno de humor negro. La esencia de la frase de Atwood se ejemplifica cuando tras un montón de mensajes de relación perfecta en la que Margot parece estar encantada con Robert y una cita física algo desastrosa, ya que él se muestra torpe y no cumple las expectativas, ella se imagina las muchas formas en las que él podría agredirla.
Romance que podría haber funcionado.
El film está basado en el homónimo relato de la escritora Kristen Roupenian, el cual se hizo viral en las redes sociales en 2017. Esta publicación coincidió también con la explosión del movimiento “Mee Too” por todo el mundo tras el caso Harvey Weinstein, lo que contribuyó mucho más a la popularidad del relato. El título, tanto del film como del relato, viene de que Robert le contó a Margot que tenía gatos, pero ella no vio a los animales cuando estuvo en su casa, por lo que para Margot esto supuso una gran amenaza o “red flag”.
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