ARMAGEDDON TIME

Últimamente parece que a los directores de cine les ha dado por recordar su vida: Alfonso Cuarón con “Roma”, Kenneth Branagh con “Belfast”, Steven Spielberg con “Los Fabelman” y también James Gray con “Armageddon Time”.

 

Paul es un niño que vive tranquilamente su infancia en un barrio común de Nueva York en los años 80. Junto a Johnny, un compañero de clase excluido por su color de piel, se dedican a hacer travesuras. Paul vive tranquilo por la protección de su madre y su gran relación con su abuelo. Pero tras un incidente, Paul es enviado a una escuela privada, donde verá cómo el elitismo y el racismo sin complejos cambian su mundo.

Cualquier niño querría tener un abuelo como el de esta película.

 

Otra película que mira con nostalgia a los años 80, aunque quizás falla en la construcción del niño protagonista, que resulta por momentos caprichoso, chirriante y malcriado. Lo mejor es sin duda la relación entre el niño y su abuelo, un enorme Anthony Hopkins en un pequeño pero gran papel. Llama poderosamente la atención que no fuese nominado como actor secundario al Óscar porque incluso merecía haberlo ganado sobradamente.

 

La cinta toca principalmente el racismo desacomplejado en el Brooklyn de los 80, donde los niños de razas diferentes no debían jugar juntos, pero el director no se molesta en explicar las razones de esa situación social.

 

La amistad interracial entre los chavales no estaba bien vista en esa época.

En general, muy buena película, aunque el director no haya ahondado más en la descripción y las causas de la realidad social de esos años.

 

El título proviene de la canción “Armageddon Time”, del grupo musical inglés ‘The Clash’, que se escucha varias veces durante la película.

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