La Insoportable Levedad del Ser

Ésta es una película que tenía marcada para ver desde hacía mucho tiempo, pero sin embargo la fui postergando durante años porque se me 'olvidaba' hasta que por fin la visioné hace un par de semanas.

Drama de 1987 protagonizado por Daniel Day-Lewis, Juliette Binoche y Lena Olin antes de que los tres alcanzasen la fama mundial, sobre todo los dos primeros. Ambientada en la Praga en la época de la célebre 'Primavera de Praga', Day-Lewis es un médido cirujano muy mujeriego y apasionado por encontrar la felicidad.

 

Unos jóvenes Juliette Binoche y Daniel Day-Lewis junto con un típico señor checo con bigote.

 

La cinta tiene un alto contenido erótico además de ser crítica con la ideología comunista. Quizás el hecho de que haya pospuesto durante años el verla sea que dura casi tres horas y que realmente pensaba que sería un poco 'tostonazo'. Pero tengo que reconocer que no se me hizo pesada para nada, es un film dinámico y muy didáctico, pues la invasión soviética de Checoslovaquia en 1968 no ha sido narrada muchas veces en el cine.

 

Juliette Binoche y Lena Olin, actriz sueca con una muy variada filmografía, con títulos tanto en Europa como en Estados Unidos.

 

La película nos permite disfrutar de la presencia de un joven Daniel Day-Lewis, uno de los mejores actores de las últimas décadas. Un actor muy metódico y ritualista, que prepara cada papel al máximo, de ahí que sea tan poco prolífico, pues su filmografía abarca tan sólo unas 20 películas. Eso sí, suficientes para haber ganado 3 Óscar, los tres como actor protagonista, el único en la historia en haberlo logrado. Esta cinta también supuso el primer trabajo fuera de Francia y en inglés para Juliette Binoche, otra de las grandes y más versátiles actrices de los últimos decenios.

Comentarios

Mamen ha dicho que…
¡Hola, David!
Confieso que no la he visto. Y de momento no está en mis planes. De todos modos la tengo en cuenta.
Un abrazo!
Trecce ha dicho que…
Aunque la novela de Kundera es difícil de adaptar a la pantalla, a pesar de lo que algunas críticas apunten, creo que el trabajo de Philip Kaufman es un buen intento de trasladarla a la pantalla y que deja suficientes argumentos para la reflexión.