Lo que empezó siendo una magnífica serie, ha terminado siendo un absoluto despropósito.
Tras unas tres primeras temporadas brillantes gracias a los grandes personajes interpretados por Kevin Spacey y Robin Wright (dos personajes que competían entre ellos por ver quién era el más ruin, cínico, inmoral y miserable), la serie empezó a flojear a partir de la cuarta temporada... hasta llegar a esta última y desastrosa sexta temporada.
Ahora yo soy la Presidenta.
Todo comenzó con el escándalo de Kevin Spacey, acusado de abusos sexuales en los años 80. A partir de ahí todo se fue saliendo de madre. Spacey fue acusado de ser un depredador sexual en los rodajes hasta el punto de ser despedido de la serie e incluso ser eliminado de la película "Todo el Dinero del Mundo" de Ridley Scott.
Estados Unidos, ese país con doble moral donde los "tribunales populares" juzgan más rápido que los tribunales ordinarios de justicia. Y no seré yo quien defienda a Kevin Spacey, pero si es culpable, que lo determine la Justicia, no la gente. Lo mismo puede decirse de lo que están haciendo con Woody Allen.
¿Y a mí quién me hace justicia?
En fin, que tras la expulsión de Spacey de la serie, ésta parecía que iba a ser cancelada. Pero Robin Wright peleó con los productores por darle un final "digno", y así se grabó la sexta y última temporada. Y sinceramente, yo casi hubiese preferido que la hubiesen cancelado, porque esta última temporada ha sido un desastre: personajes malvados que quedan sin pagar o expiar sus crímenes, invención de subtramas para justificar la ausencia del personaje de Spacey... un total desastre.
Comentarios
Aunque es lo típico que suele pasar, que las series empiezan a tope; y luego, a medida que comienzan a liar la madeja se vuelve bastante rollo... ahora sin su prota principal era lógico que perdiera "chicha" la serie. No sé!
Un saludoOo enorme!!