Midsommar, una especie de revisión de Wicker Man

Una joven llamada Dani está pasando por un horrible trauma tras el suicicio de su hermana menor, que también se 'lleva con ella' a sus padres. El verano siguiente, unos amigos de su novio son invitados por un amigo sueco a un festival de verano que se celebra cada 90 años en una aldea remota del norte de Suecia. La relación entre Dani y su novio, Christian, no pasa por su mejor momento, pero aún así, él acepta llevar a regañadientes a Dani a Suecia.

Dani (Florence Pugh) y su novio Christian (Jack Reynor), que tiene en la peli bastante parecido con Chris Pratt.

Este es el comienzo de "Midsommar": unos pobres chicos incautos que se menten voluntariamente en una inquietante secta. Desde su lleganda empiezan a tomar drogas, unas veces de forma voluntaria, otras, sin saberlo. Van perdiendo la capacidad de tomar decisiones racionales. Además, durante esos días está teniendo lugar la Noche Blanca durante el solsticio de verano, por lo que el sol es visible las 24 horas del día, lo que trastorna aún más su descanso.

La película, obviamente, es una actualización de la conocida "Wicker Man (El Hombre de Mimbre)", un film de intriga y terror de 1973 donde un policía británico era atraído mediante engaños a una secta en una isla inglesa para ser sacrificado en un ritual pagano. La película tuvo un remake en 2006 con Nicolas Cage de protagonista.

Los mochileros llegando felices a la secta. ¡No sabéis dónde os acabáis de meter!

Si las dos versiones de "Wicker Man" ya era provocativas y perturbadoras, "Midsommar" lo es aún mucho más: más terror, más escenas brutales y un final que ni el espectador más imaginativo se podrá imaginar.

Muy buena película de intriga y terror. Un terror más psicológico que directo, porque aunque la tensión, la incertidumbre y el miedo son palpables desde que los muchachos llegan a la comuna aldeana, son incapaces de tomar la decisión de marcharse de allí

Los miembros de la secta: muy majetes y cuerdos todos ellos.